El procedimiento consiste en la aplicación de microinyecciones de toxina botulínica tipo A (Xeomin®) en dosis precisas y controladas. La toxina bloquea temporalmente los impulsos nerviosos que causan la contracción muscular, permitiendo que los músculos se relajen y la piel adquiera un aspecto más terso. El tratamiento es prácticamente indoloro, gracias al uso de agujas finas y técnicas especializadas que minimizan las molestias.

Los resultados empiezan a notarse entre 3 y 5 días después de la aplicación, alcanzando su efecto máximo en 10 a 14 días. La duración de los efectos varía entre 4 y 6 meses, según el metabolismo de cada paciente y las características de su piel. Al ser un procedimiento no invasivo, no requiere tiempo de recuperación, por lo que el paciente puede continuar con su rutina diaria inmediatamente después de la sesión.

En Beauty Technique, nuestros profesionales altamente capacitados realizan una evaluación detallada para personalizar cada tratamiento. De este modo, se garantizan resultados naturales, evitando el efecto de «rostro congelado» y manteniendo la expresividad facial mientras se suavizan las líneas no deseadas.